lunes, 23 de febrero de 2009

Nacionalizar o no nacionalizar…


O lo que es lo mismo, que le pregunten a América Latina si funciona.

Una de las palabras más temidas por los norteamericanos es “nacionalización” y sobre todo si se trata de la Banca (aunque para algunos es la única salida para que se repita la depresión de los 30 del siglo pasado) pero a estas
alturas del partido la mención de la palabra es casi un sinónimo de comunismo y sin embargo, parece que no tendrán más remedio si quieren “sacar al buey de la barranca” (y que ni mandado a hacer en este año, precisamente del buey, asegún el “calendario” chino).
Lo mejor del caso es que sus “expertos” financieros están haciendo la alharaca pertinente para que esto suceda, aunque están conciente que la crisis continuará, pero la espiral de caída libre podría detenerse.

Todo tiene sus “asegunes” y si no que se lo pregunten a los mexicanos que cuando nos lo hicieron en el 82 y luego años después, los ricos se hicieron más ricos (y si no que se lo pregunten al tal Slim que tiene suficientes millones de dólares como para sacar de pobres a todos los mexicanos sin importar en dónde radiquen o incluso los no que no han nacido aún), los pobres más pobres y la clase media como los dinosaurios, en extinción.

Por supuesto la idea de “quitar del puesto” a los banqueros nefastos y substituirlos con empleados federales es de lo mejor, siempre y cuando éstos no sean la mar de corruptos, como en México, pero como en todos lados se cuecen habas, pues los gringos no pueden en estos momentos “lanzar la primera piedra”.

Por supuesto esto de la nacionalizada no es algo que se tomen a la ligera, y por ahora el presidente Obama ha dicho que los bancos deben de seguir siendo parte de la iniciativa privada, lo cual no es un respiro ni mucho menos, sin embargo, según un periódico neoyorkino informa que un 40% de participación pública hasta el momento es parte de uno de los mayores bancos estadounidenses.

Por lo pronto, la bolsa de valores o el principal indicador gringo no repunta (me repunteara doña esa mejor) ni de broma… lo que sigue llevando, quieran que no, al debate “checaspereano” de nacionalizar o no nacionalizar.

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"

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