sábado, 28 de noviembre de 2009

De perros


O lo que es lo mismo, todo se parece a su dueño.

Este chistorete me lo envió mi comadre y es de lo más simpatico... ya juzgarán sus mercerdes si no (nótensen los nombres i'ñor).

El ingeniero ordenó a su perro: '¡Escalímetro, muestra tus habilidades! El perro agarró un martillo, unas tablas y se armó el solo una perrera. Todos admitieron que era increíble.

El contador dijo que su perro podía hacer algo mejor: '¡Cash Flow, muestra tus habilidades! El perro fue a la cocina, volvió con 24 galletas y las dividió en 8 pilas de 3 galletitas cada una. Todos admitieron que era genial.

El químico dijo que su perro podía hacer algo aún mejor: '¡Óxido, muestra tus habilidades! Óxido caminó hasta la refrigeradora, tomó un litro de leche, peló un banano, usó la licuadora y se hizo un batido. Todos aceptaron que era impresionante.

El informático sabía que podía ganarles a todos: '¡Megabyte, hazlo! Megabyte atravesó el cuarto, encendió la computadora, controló si tenía virus, mejoró el sistema operativo, mandó un e-mail e instaló un juego excelente. Todos sabían que esto era muy difícil de superar.
Miraron 'de reojo' al diputado y le dijeron: Y su perro, ¿qué puede hacer?
El político llamó a su perro y dijo: '¡Güevón, muestra tus habilidades! Güevón se paró de un salto, se comió las galletas, se tomó el batido, borró todos los archivos de la computadora, armó pelea con los otros cuatro perros, se robó la perrera y alegó inmunidad, porque tenia fuero...
¡Insuperable!

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"

martes, 24 de noviembre de 2009

¿Esto es lo que quiere el tío Sam?




O lo que es lo mismo, ni a los gringos les está gustando su país.



En efecto. La salida de octubre y el mes de noviembre han dado mucha tela para cortar en el país que pregona la democracia a todo pulmón, que se ha auto proclamado el cherife del mundo y en su suelo, la violencia está a flor de piel por todos lados.

De entrada, es el líder mundial de los asesinatos en serie.
A penas se empezaba a recuperar este país de los asesinatos de mujeres que estaban descuartizadas en el jardín de “un yo no fui fue Teté” descubiertos en su jardín, cuando a un psiquiatra, háganme el rejodido favor, se le botó la canica y para que no lo enviaran a la guerra, contra sus paisanos, incluso de religión, le dio por matar soldados en su mismo fuerte.

Ahora, claro, ya toda la información se coló, y resulta que por todos lados había indicios de lo que se venía y se dio, pero nadie “hizo nada”, me recuerdan a los políticos mexicanos, y zaz que te pica el tábano, muertos por todos lados.

Pero no es eso todo. En la ciudad en que radico, en pleno jalouín, chiquillos de 15 y 16 años le soltaron de tiros a otros de 14 y 13, matando a uno, hiriendo gravemente a otro, y la excusa es que los confundieron con miembros de una pandilla rival. Y pocos días ha, a un chamaquillo de 15 años, otros dos de 15 y 16 le dieron de puñaladas, de gratis, hasta matarlo, en su propio jardín. Lo triste es que la madre del hoy occiso, es quien lo descubre.

¿A dónde vamos a parar? Ni idea, pero seguro que a ningún buen lugar.

Todo, parte en gran parte, y sin temor a repetirme en la desintegración familiar tan popular en los Estados Unidos de Norteamérica.

Es sorprendente ver lo que sucede. Niños que asesinan a sus maestros, padres, hermanos. Padres que no tienen control de sus hijos, que tienen de todo, sin realmente merecer nada. Video juegos llenos de violencia y matazón (como diría un pariente mío cuando era niño) que no aportan nada y hacen a los jóvenes y niños, y peor aún, a los adultos no valorar la vida de nadie (¡ay mojo León, Guanajuato, donde según el grade de la canción vernácula, la vida no vale nada!).

Niños de primaria con aretes, arracadas en los labios o la lengua, llenos de tatuajes, y los padres, bien gracias, justificándolos con aquello, de que “pobrecito, si no lo dejo se va a traumar” y lo que van a hacer en cuanto tengan 12 ó 13 años es traumarlos a ellos de un chingadazo con un bate de béisbol en la cabeza. Películas que gastan toneladas de dinero en peleas de “comida” mientras mueren tantos niños alrededor del planeta de hambre.

Pero si siempre he dicho que los mexicanos no tienen memoria, más desmemoriados son los gringos, que este viernes sólo pensarán en consumir artículos que no necesitan, que sólo les embrutecerán más y lo más triste del caso, es que la Raza, hace lo mismo, y para ser honesto, a la gran mayoría que vive en USA y sueña con el “american way of live” o el “american dream” se lo está llevando la chingada.

Si no me creen, al tiempo.

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"

jueves, 19 de noviembre de 2009

25 mil personas mueren de hambre todos los días



O lo que es lo mismo, a ver si en lugar de guerras mejor damos de comer a los pobres del planeta





En Febrero del 2006 en el 56 Festival Internacional de cine de Berlin, los productores de cine fueron invitados a participar en una competencia de un cortometrage con el tema : Alimentos, Sabor y Hambre.
3,600 productores de todo el mundo participaron en la competencia.
Únicamente 32 de estos videos fueron selecionados para ser exibidos en el " Berlinale Talent Campus" .
Este video fue el mejor de todos al haberse adjudicado el titulo del "Cortometrage más popular "

No dejen de verlo





http://www.cultureunplugged.com/play/1081/Chicken-a-la-Carte



Gracias a mi comadre por enviarme el eslabón.


"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"

lunes, 9 de noviembre de 2009

Es cosa de risa



O lo que es lo mismo, han pasado más de 45 años y aún está vigente.


Con todo el permiso, y sin él, del ilustre don Quino, una muestra del humor agudo y certero del maestro... sobre todo con la dedicatoria al gringo que se llena la boca de ser el país de la democracia, y es lo que menos existe en sus fronteras...


A sus merecedes dejo el rejodido asunto de la sutileza.





"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"