No cabe duda de que aquello de que sorpresas te da la vida es de lo más real.
Recién me entero que los “genios” de la educación pública mexicana han decidido dejar fuera de los textos de historia oficiales del sexto grado, nada menos y nada más ¡que la conquista del territorio mexicano por los españoles! Sí, leyó usted bien, no se mencionan la conquista, que dicho sea de paso, y por dolorosa que haya sido, aún tengo algo de resentimiento en contra de los españoles de la época, es lo que nos ha hecho “la raza”, lo que somos hoy día, y lo que seguiremos siendo a lo largo de los siglos mientras no padezcamos otra conquista o deje de existir el planeta tierra.
En qué carajo están pensando los que autorizan los libros, los que se dedican a la educación, el anaguado presidente y demás políticos de basura que conforman el país.
Dónde están los del PRI, el PRD y los bestias del PAN y la espantosa de la Elba Esther Gordillo cuando se trata de defender lo más importante que podemos dar a las nuevas generaciones que es la educación.
Carajo, es insultante, y no porque esté yo de acuerdo con el trato de entonces y el actual a los habitantes del México precolombino, nada más lejos de la verdad, pero no se puede tapar el sol con un dedo, no por no hablar de ello en el salón de clase, no dejará de existir, es como si se borrara de los libros del mundo el holocausto de la Segunda Guerra Mundial… y la respuesta que da el imbécil asistente del secretario Fernando González, de que nunca tuvieron la intención de cubrir la brutal conquista y que en los libros de texto de secundaria se encargarán de cubrir el asunto… por favor, esa respuesta no es ya ni atole con el dedo, es el colmo del cinismo, de mantener en la ignorancia plena a todo un pueblo y lo más triste del asunto negarle a las culturas prehispánicas el padecimiento y el horror que fue la conquista y lo que ha sido el tenerlos marginados por más de 500 años.
Que al imbécil ese lo corran, que corran al secretario de educación, en la foto, que se avienta la puntada de ponerse el apellido de Maestro y que responde al nombre de Alonso Lujambio (con ese apellido, alemán no es por seguro) y que los maestros mexicanos, con o sin sindicato cambien de líder y que enseñen la verdad que no peca pero incomoda, pero que al final es la verdad, la conquista fue brutal y dolorosa, pero es lo que hace de México lo que es hoy. Negarles a los niños eso, es negarles el ser mexicanos. ¡Que pendejos son los que nos gobiernan!
"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"