Voy a apagar la luz

O lo que es lo mismo, nos quedamos sin luz y fuerza del centro y ahora, ¿quién podrá aluzarnos?

Nacida allá en 1898, en el Canadá, bajo los auspicios del general y dictador Porfirio Díaz.

Nacionalizada por el general Lázaro Cárdenas en 1937, pero que no entró en vigor sino hasta 1940 durante el mandato presidencial de otro general, pero este respondía al nombre de Manuel Ávila Camacho.

Y nos podemos seguir con el proceso priísta de "modernización" y "nacionalización" que durante los sexenios siguientes llevaron a la creación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que por algún tiempo funcionaron juntas, hasta que en la década de los sesenta Adolfo López Mateos las hiciera una, y a partir de entonces, o más o menos, se conocerían como Compañía Mexicana de Luz y Fuerza y después las paraestatales añadirían la zona o región donde se encontraban, como por ejemplo la de la capirucha y alrededores del Centro, o la de Hidalgo como la de Pachuca, hasta el 11 de octubre del presente año en que la del Centro dejó de exisitir por decreto presidencial del anaguadito Calderón, (Coladerón mejor, porque todo se le cuela).

¿La escusa? las de siempre, pero la mejor parte es la vieja cantaleta priísta que ahora los panistas hacen suya, para seguir en lo mismo, esto es, promesas incumplidas al pueblo mexicano, que de no ser nuevo, sigue asombrando que pase, y si no juzguen sus mercedes como cierra su declaración de aviso de que deja de existir la paraestatal la Secretaría de Gobernación:

"Con esta decisión el Gobierno Federal refrenda su compromiso de impulsar los cambios de fondo que el país requiere para el bienestar de todos los mexicanos."

¡Ajuá! Si para repetirse sin miedo y empacho, los políticos mexicanos, verdadedio.

Lamentablemente no dicen para los mexicanos de qué siglo, porque por los últimos 500 no hemos visto claro ni un triste día.

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"