viernes, 2 de octubre de 2009

¡Dos de octubre no se olvida!

O lo que es lo mismo, ¿cuándo habrá un presidente con tanates para juzgar y encerrar a los culpables de muertes inocentes?

¡Dos de octubre no se olvida!

En Tlatelolco, México, en 1968 cientos de estudiantes mueren en una manifestación
Todo comenzó con una pelea estudiantil entre alumnos de la preparatoria Isaac Ochoterana, afiliada a la UNAM (Universidad Autónoma de México) y de las vocacionales 2 y 5 afiliadas al IPN (Instituto Politécnico Nacional), el 22 de julio de 1968, todos estos planteles ubicados en la zona de la Ciudadela, cerca del centro de la Ciudad de México, ya que existía una rivalidad de antaño entre esos planteles.

A un llamado de la directora de la preparatoria Isaac Ochotorena a la policía, llegó un vehículo que transportaba una unidad de granaderos que se enfrentó a las fuerzas ahora combinadas de los estudiantes. Al perseguir a uno de los estudiantes que le había agredido, uno de los granaderos entró a la escuela.

Ahí comenzaría el conflicto estudiantil de 1968 en México, al sentir los estudiantes que la autonomía de la universidad había sido violado por las fuerzas del orden, teniendo la primera manifestación el 26 de julio de ese año, protestando contra la violencia policial. Era entonces presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz.

El regente de la ciudad el general Alfonso Corona del Rosal y Secretario de Gobernación Luís Echeverría Álvarez (que fuera presidente de México después de Díaz Ordaz). Además ese mismo año estaban planeadas las Olimpiadas de México 1968, que entre otras cosas, dio al mundo a conocer a las “panteras negras”, que hacían su lucha por las libertades civiles en este país.

El pliego petitorio.
Varias organizaciones estudiantiles se unieron al movimiento y se formó el Comité Nacional de Huelga y lanzó el 28 de julio, un pliego petitorio que constaba de seis puntos fundamentales:
- la desaparición del FNET (Federación Nacional de Estudiantes Técnicos), de la “porra” universitaria y del MURO (Movimiento Universitario de Renovadora Orientación) todos ellos, según los estudiantes auspiciados por el gobierno federal.
- Expulsión de los alumnos miembros de estas agrupaciones y del PRI (Partido Revolucionario Institucional)
- Indemnización a los estudiantes heridos y a los familiares de los muertos (durante los enfrentamientos con los grupos de granaderos en los días posteriores al 22 de julio)
- Excarcelación de todos los estudiantes detenidos ( y después se añadirían a los presos políticos)
-Desaparición del cuerpo de granaderos y demás policías de represión.
-Derogación del artículo 145 del Código Penal.

La destrucción
El martes 30 de julio la puerta de la Escuela Preparatoria de San Idelfonso es destruida por los militares de un bazukazo. Esta puerta obra maestra del arte barroco en México quedó totalmente destruida. Luís Echeverría en conferencia de prensa acusaría a agitadores profesionales y que el ataque fue para preservar la autonomía universitaria y desviar el camino ascendente de la Revolución Mexicana. Al día siguiente el presidente Díaz Ordaz, desde Guadalajara, Jalisco expresaría en un discurso que era necesario mantener la paz y que tendía su mano en busca de la paz, que serían los mexicanos los que decidirían si esa mano quedaría en el aire.

Poco a poco diferentes organizaciones civiles y sindicatos se unirían al movimiento, entre ellos los ferrocarrileros. El viernes 13 de septiembre se da la Gran Manifestación del Silencio. El 18 del mismo mes el ejército invade Ciudad Universitaria y al día siguiente el rector, ingeniero Javier Barros Sierra, protesta por la ocupación y a los pocos días renunciaría al cargo. El Martes 1 de octubre, el Consejo Nacional de Huelga anuncia un mitin en la Plaza de las Tres Culturas, en la Unidad habitacional Nonoalco-Tlatelolco para el día 2 de octubre, una semana antes de que inicien los Juegos Olímpicos.

El dos de octubre.

Mientras los oradores toman la palabra, muchos movimientos se dan entre los estudiantes. Algunas personas usan guantes blancos. En los edificios y en zonas aledañas a la plaza se han apostado fuerzas de ejército mexicano. Y de pronto, una bengala en el aire y comienzan los disparos, algunos aseguran que éstos salieron desde el tercer piso del edificio Chihuahua, que fueron dirigidos contra los oradores del mitin y contra miembros del ejército.

A partir de aquí, no hay quien esclarezca lo que sucedió. Tanto el gobierno como los estudiantes se culpan mutuamente, pero hasta el día de hoy, a 41 años de los hechos, nadie ha respondido a la pregunta clave ¿quién ordeno abrir fuego contra los estudiantes y miembros del ejército? Lo más triste es que niños, mujeres, ancianos, jóvenes y adultos, por decenas murieron ese día. Muchos de ellos inocentes y que tan sólo buscaban un cambio en la vida social del México de aquellos años. Muchas madres y padres de familia aún hoy lloran a sus muertos o desaparecidos sin saber porqué murieron y quién los mando asesinar.

Si desea leer más sobre esta fecha pude consultar, entre otros, la siguiente bibliografía:
“La noche de Tlatelolco” de Elena Poniatowska. “Mis memorias Políticas” Alfonso Corona del Rosal. “La violencia en la Historia de México” Manuel López Gallo. “La presidencia Imperial” Enrique Krauze.

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"

1 comentario:

CHELAMONSTER dijo...

¡¡Y todavía crees en Saka Claus!!???