domingo, 7 de diciembre de 2008

El Golden Boy, la verguenza de "East LA"


O lo que es lo mismo, me rindo, pero en hora y media (mis últimas tres peleas) gané 100 millones de dólares ¿y qué?

Así es. El chamaco De la Hoya se agüitó, no hizo nada en ocho asaltos, y el Pac Man le partio la "mauzer" bien y bonito.

Como le partio la ídem a todos aquellos que pagaron por el evento y para ver al otrora orgullo del Este de Los Ángeles, mantener su cara bonita y no salir a partirse la "m" en el noveno asalto (me alsatara ella), se sienten más que tristes. Supongo se sienten como su seguro servilleta, ultrajados, robados. Y eso es lo que fue, un robo en despoblado, la neta.

Lo peor del caso, es que de acuerdo a los comentaristas gringos, el otrora "niño de oro" (que sí que es ollita de hacer plata), se llenó el jocico diciendo que iba por la defensa del orgullo mexicano y le faltó producto de gallina desde el primer "round", haciendo el refrán aquel de que "de lengua me como un taco" una de las verdades más grandes del siglo XXI.

El filipino, le dio duro y tupido y la cara de De la Hoya (allá habrá que mandarlo) era una constante interogante "¿Qué chingaos hago aquí?".

Perder, vaya y pase, pero perder sin honor, y sobre todo cuando es la del "estribo" es lo peor que se puede hacer. Y ahora, como a la mayoría de los malos perdedores, al mentado "golden boy" (sí, con minúsculas, no merece el uso gramatical correcto), se le recordará no por lo que logró, 35 peleas ganadas, 30 por la vía del cloroformo (KO) y 6 derrotas, sino por la humillación de no haberse parado del banquillo a dar el resto y perder, sí, perder, pero luchando.

Se nota que nunca leyó aquello de que más vale morir peleando, que vivir de rodillas.

Lástima por toda la raza que se fue a Las Vegas, que pagó a HBO por ver la pelea, y que le metió sus "varos" "marmaja" "pesos" "dólares" a su favor, para el chasco que resultó ser su actuación.

Claro, que a él, le valió "m" ya que al final, fue el promotor de la pelea y actor de reparto y se llevó una nueva tanda de millones de dólarucos y además no le rompieron la nariz, cosa que supongo, le hizo más feliz aún y a la mujer, que no deja de estar como mango, dicho sea de paso.

Creo que cuando te pagan por hacer el rídiculo, hacer realidad el dicho aquel de que "músico pagado, toca mal són" no es tan difícil, pero eso fue De la Hoya, mal músico, (pero buen empresario. Falta que pida la revancha y la bola de ilusos que somos le compren el tinglado). Sin embargo, en mi memoria y para la posteridad, no fue mas que un coyón o peor aún, se rajó... y no hay cosa peor para un mexicano que rajarse... ¿Podrá vivir con eso? ¿Será que todos esos millones le eviten el grito de su conciencia "eres un rajón"? Lo dudo, pero, como decía un tabasqueño de grande memoria, eso, al tiempo...

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"

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