jueves, 20 de noviembre de 2008

Año de mil novecientos, muy presente tengo yo…

O lo que es igual, un aniversario más
de la “revolución (robolución) mexicana”
y en mi amado país, pos no pasa nada…

Ni pasará al parecer. 98 años después, las cosas no han cambiado mucho. No faltará quien afirme que el PRI ya no está en el poder, pero dejó un legado de transas nacionales y narco-políticos que da miedo.
México sigue siendo gobernado por unas cuantas familias, según algunos 200, según yo las mismas que con don Porfirio, pero con apellidos compuestos o que se perdieron para poder seguir haciendo lo mismo.
La gente está igual de amolada que entonces.
O tal vez peor.

En el sur, los zapatistas hicieron su lucha, de papel, pero su lucha y se replegaron.
Otros grupos guerrilleros han tratado lo suyo, pero no tienen ni la fuerza moral, espiritual, de convocatoria ni razón de ser, como lo tuvo el “subtomandate” Marcos y que hasta “sex simbol” se convirtió entre las damitas clase medieras (aunque nomás se le veían los ojos, a más de una hoy suspirar y tener viajes de placer sexual al pensar al guerrillero de papel) y una que otra del pueblo, porque esas, ya están hartas de que les den atole con el dedo, y a pesar de eso, aún les pasan el “straic”.



En el norte, al parecer se gastó el producto de gallina o emigró más al norte y se perdió como fuerza laboral explotada en el gringo o como músicos de la legua que no saben componer más que narco corridos.

El centro no aporta más que burócratas y un poco de maíz. Las costas del Pacífico y del Golfo, en lugar de proveernos con peces para cuaresma, nos avientan carteles de narcos que para colmo en lugar de hacer frente común contra la DEA, no hacen más que matarse entre ellos, llenando los panteones de Sinaloa y anexas de jovencitos que apenas y llegan a los 20 años. ¿Qué nos queda? Pues cantar y cantar. Cantar la cucaracha que con los años se convirtió en la “bacha” de los que se dedican a darse las tres de marihuana… Ver desfiles deportivos, que para lo único que sirven es para recordarnos la mediocridad en la que vivimos (¿cuántas medallas se trajeron de las olimpiadas? Los ratones verdes del Tri ayer perdiendo en Honduras y con un autogol además, se clasificaron al hexagonal de CONCACAF, de panzaso y chiripazo y la “neta” dudo que vayamos (¿vayamos quimosabi?), al mundial), rindiendo honores a políticos, que por muy “limpios” que sean, no merece más honores que los sin nombre que mueren todos los días en el cumplimiento de su deber, alimentar a la familia a como de lugar tratando de inculcarles principios que al menos los lleve a escalar un peldaño en la escala social. 98 de haber comenzado una lucha emancipadora, que gracias a los gobiernos gringos y el mantener sus intereses en nuestro país a cómo diera lugar, duró diez años, un millón de muertos, y apenas saliditos de esa, vino la guerra cristera. 98 años Se dicen fácil. Nuestros jóvenes aprenderán cada vez menos y más de acuerdo a la percepción del PAN, ya que a la mayoría de nosotros nos vendieron (impusieron) la del PRI. Sí cantemos la cucaracha que se murió porque no tenía dinero para gastar. O al menos hacerle coro al Piporro, con la famosa Rosita que todos se la saben ¡ajúa!

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

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