En efecto. Al maestro Jorge Carpizo, que ha fallecido el mes próximo pasado no lo dejaron sus ataduras al nefasto pri hacer su trabajo que era procurar la justicia en el país.
El maldito pelón que a toda costa quiere regresar al poder a través del que no da pena de peña nieto, lo bloqueó y no lo dejó hacer el trabajo para el que él mismo, jodida sutileza de la política a la mexicana, lo nombró.
El doctor Carpizo por ende, cortó por lo sano y renunció, demostrando que algunos priístas sí tienen lo que se necesita para ser considerados varones íntegros, esto es producto de gallina.
Lástima que no hay más o que tal vez, con él se fue el último que podía jactarse de eso.
En fin, en paz descanse el Doctor Carpizo.
Y ya que mentamos (se la mentaran a él más seguido), del que no da pena de peña, preguntemos a la niña nacafresa ¿aún puedes dormir?
"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"
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