Vida, ¿estamos en paz?

O lo que es lo mismo, hoy es mi cumpleaños.

En efecto. Hoy cumplo 47 años de estar en este mundo (más los que se acumulen esta semana y con suerte en los próximos años). Bebo un buen tinto (4 botellas ya), recién me he terminado un tabaco, y escucho y medio veo el documental “Calle 54” que versa sobre la música “latina”, a Dios gracias no incluye Ningún narco corrido, pero sí todos aquellos que podemos llamar los clásicos del jazz latino y sus derivados.

Soy padre de la criatura más fenomenal que hay (y todos aquellos que son padres pueden argumentar en contra) y esposo de una mujer que me soporta no sólo los malos ratos, sino los peores.

He tenido más de cinco segundos de gloria. No tan sólo a través de la radio, la prensa y la televisión. He salvado vidas. Pero no me encontrarán el las revistas de modas, chismes y similares. No pertenezco a la “suciedad” de los famosos.

He sido cabrón y seguro, más de una vez, alguien ha pensado de mí lo peor.

No le he hecho mal a nadie (o al menos eso creo), pero no faltará quien piense lo contrario.

Hoy cumplo 47 años.

¿Cuántos más tengo por delante? No lo sé. Pero me encantaría llegar más allá de la centuria, y eso tan por molestar a los demás o tal vez cumplir aquello de que “hierba mala nunca muere” aunque mi madre y mi padre, jamás estarán de acuerdo con que sea de ese tipo de hierba.

Normalmente “tiraría la casa por la ventana” con un fiesta de “ameritar” la ocasión. Y sin embargo, lo pasaré de lo más tranquilo, sin pesar en lo más mínimo. Pensando en la familia nuclear y la no tan nuclear.

Hoy cumplo 47 años.

Más pobre que Job y sin su fama. Pero, pese a eso, creo que vivo en la memoria de los demás.

Desde siempre pensé que lo que me dijo una gitana sería cierto. Que sería rico. Hoy pienso que se refería no a lo monetario, sino a lo que he dejado y hago hasta la fecha por mis “hermanos y hermanas” humanos y no tanto y lo que llamamos despectivamente “animales”.

Hoy cumplo 47 años.

He visto casi de todo. No he visto más. Son 47 años y lo que me falta por vivir (que va de un nanosegundo a una eternidad)

Hoy el mundo es igual para todos, hoy cumplo 47 años.

Hoy la vida y yo estamos empatados, ni le debo ni me debe. Hoy el juego continúa, hasta que llegue el momento en que a la vida le toque responder si estamos en paz… por lo pronto, a seguir gozando, sufriendo, amando, soñando, deseando, anhelando, suspirando, bebiendo y todo lo que sea gerundio, que como quiera que sea, en algún cumpleaños o no, el fin de la “fiesta” a todos nos ha de llegar…

Sí, faltan cosas por hacer, miles, pero, todo al tiempo. En calidad de mientras, feliz cumpleaños a todos, sin importar la fecha, y digan como yo, y antes, como el gran poeta, “vida estamos en paz”.

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"