Las aguas negras del imperialismo yanqui

O lo que es lo mismo, no consumas coca-cola, schweppes o dr peper y evitarás la obesidad y la diabetes.

La filial de la coca-cola (siempre con minúsculas) en Inglaterra, schweppes, (en el gringo dr. peper) se aventó la puntada de publicar la caricatura que vemos arriba (si le hace “clic” se agranda junto al texto que le sigue) en la que se hace un comercial de cómo conseguir un lugar en el metro (anuncio aparecido en el periódico “times” en mayo 15 de este año), donde se sugiere que el viajero, se consiga su sombrero de charro, una caja de pañuelos desechables… en amplia sugerencia (otra vez la puerca al trigo) de la maldecida gripe porcina, que para un servidor, se originó en un laboratorio gringo, como muchos de los males de la humanidad, se fueron de vacaciones a México y causaron toda la alarma vivida en los últimos meses.

No sé quién fue el “creativo” del anuncio ni quién lo publicó… y es un poco difícil no desearles que se infecten, no sólo del porcino, sino de sarampión, varicela, viruela loca, sida, cáncer y demás males de la humanidad, por su “inteligente campaña publicitaria”… como desearles todos esos males va contra la moral que me enseñaron mis mayores (¡qué remedio, estoy bien educadito!), lo que sí voy a desear es que todo aquel que sea mexicano, hijo de mexicano, esté emparentado con mexicano, o simplemente, se sienta ofendido por el anuncio ya que a cualquiera puede darle la gripilla esa o cualquier gripe y sentirse apestado, no consuma las aguas negras del imperialismo yanqui, esto es coca-cola, pepsi-cola, el mentado dr peper o los productos de la schwepps, y aún más lejos, de los ingleses, ninguna cerveza que se realice en lo que pomposamente aún llaman reino unido, vaya, ni las películas o vídeos del 007 compren, renten o vayan a ver.

A los gringos y su contraparte allende el Atlántico, donde les duele siempre es en los bolsillos, así que a pegarles ahí… no consumas por seis meses o un año y el riesgo de que sufras de obesidad o diabetes, junto a un poco de ejercicio diario, se van a reducir en gran medida.

Por lo pronto, este su seguro servilleta hace lo posible por pasar la voz… espero que mis lectores, hagan lo mismo. Es hora de que dejen de enriquecerse a nuestra cuenta y encima se burlen de nosotros.

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"