lunes, 30 de enero de 2012

La unión hace la fuerza

O lo que es lo mismo, el pueblo unido, jamás será vencido.

En efecto. Dicen que la historia está escrita para aprender de ella y enmendar los errores que se han cometido en el pasado. Sin embargo, a veces olvidamos eso y por lo mismo tendemos a repetir esos errores, y es por ello que me gustaría poner en la mesa de discusión las siguientes ideas:

1. En las manifestaciones, además de las bandera nacionales de cada inmigrante, añadir la bandera estadounidense, esto con el objetivo de hacer conciencia a los norteamericanos que hemos hecho de este país nuestra nación. No somos el enemigo sino todo lo contrario, estamos agradecidos de poder estar aquí y que hemos venido en busca del sueño americano, sueño que es particular a cada uno de nosotros, pero que al mismo tiempo nos da unidad con los ya nacidos aquí.

2. Los jóvenes son parte importante en las marchas, pero, no deben de abandonar las escuelas y sobre todo, deben de aprender a controlar su euforia e ímpetu, no porque éstas sean malas “per se”, sino porque si permiten que su pasión se desborde, serán presa fácil de los provocadores, oficiales o no, y ello los llevará a tener enfrentamientos con los ciudadanos y la policía y por ende, los medios masivo de comunicación en inglés podrán utilizarlos en contra de ellos mismos, y de lo que estamos tratando de lograr, al pintarnos de la manera más negativa que se pueda.

3. Los oradores, deben no de medir sus palabras, pero sí tener cuidado en el uso de las mismas. Cuando estamos exaltados, tendemos a romper las normas y eso es precisamente lo que los que se oponen a nuestra presencia en el país están esperando. El discurso debe de ser con pasión, pero sin ofender a la mayoría. La verdad, es dura por sí misma y si se expresa de manera comprensible para el común de la gente, habremos ganado el apoyo de la mayoría.

4. Los niños son y serán por siempre una muestra de la injusticia de este tipo de protesta. Habrá que dejarlos que se expresen, que manifiesten que sus padres no son criminales al venir en busca de un mejor futuro para ellos, porque al fin de cuentas, eso es lo que se nos ha dicho de este país a lo largo de 230 años que tiene de existir.

5. No se debe de motivar a los padres a que no manden a sus hijos a la escuela. En eso perdemos todos, en especial los estudiantes. Lo que sí se puede hacer es que esos niños que acuden a la escuela porten un emblema, de consenso general, para manifestar que son hijos de migrantes, que son migrantes y que están orgullosos de serlo.

6. ¿Dónde le duele más al pueblo norteamericano y en especial a los políticos? En la economía. Por lo tanto, debemos de promover que se consuman y se compren cosas en nuestros mercados, ya sean mexicanos, salvadoreños, hondureños, brasileños, vietnamitas, chinos, japoneses, o de cualquier otra parte del mundo. Sé que esto afecta a los que trabajan en Wallmart, McDonald’s, y demás. No pretendo que por esto pierdan sus empleos, pero un día o dos al mes y en forma rotatoria que no compremos en esas tiendas, verán afectadas su ventas y les hará reflexionar. Por lo tanto sería bueno convencer a los empresarios latinos, vietnamitas, chinos, y demás, que hagan canastas básicas de alimentos para aquellos que puedan perder su trabajo y abrir nuevas fuentes de empleo en caso necesario.

7. Las fechas agrícolas están cerca. Los campesinos son uno de los grupos más afectados y más explotados, pedirles que no acudan a trabajar un día debe de ser considerado con mucho cuidado, debemos de estar dispuestos a remunerarles ese día, con comida y su jornal, pero si logramos que no acudan un sólo día y los norteamericanos tiene que pizcar, sabrán lo que es y, estoy cierto, la mayoría se opondrá a que este tipo de leyes sigan surgiendo y apoyarán una “legalización” para ellos y sus familias. Ellos no están dispuestos a perder sus comodidades burguesas de la noche a la mañana, porque nadie les ha enseñado a ser proletariado.

8. Lo mismo con los sindicatos hoteleros, de limpieza, burocracia, y los que se me escapan en este momento. Un sólo día sin campesinos y sindicatos bastará para abrirle los ojos al general de la población y sabrán qué es lo que hacemos en este país y cómo contribuimos a la grandeza del mismo.

Sí se puede, en solidaridad, ¡hasta la victoria siempre!


"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

No hay comentarios: