sábado, 4 de septiembre de 2010

Y otro grande que se nos va


O lo que es lo mismo, México se está quedando sin intelectuales.

Y don Germán Dehesa se nos fue. Al menos tuvo el tiempo para despedirse, aunque según sus propias palabras, no estaba realmente pensado en despedirse para siempre.

Se lo llevó la parca a temprana edad, apenas tenía 65 veranos.

Por años leí sus columnas en diferentes diarios y aunque no siempre coincidía con él, siempre me pareció de lo más acertado en sus comentarios.
Lamentablemente nunca fue mi maestro, pero cómo le aprendí.

Este año lo miré por televisión junto al “chaparrín” del Josera Fernádez en ese programa llamado “Los capitanes” y era la mar de divertido escucharle criticar a nuestros ratones verdes, pero ya entonces, adivinaba que no estaba del todo saludable, pero jamás pensé que el cáncer Terminal que padecía fuese tan perentorio en su demanda.

Lo más desalmado de la parca es que se está llevando a las glorias de las letras nacionales de un “jalón” y eso es preocupante. Primero Monsiváis, ahora Dehesa, y no estoy muy cierto si don Armando Fuentes Aguirre “Catón” sigue dándole cuerda a la hilacha contando chistes y dejando de pasadita el comentario cáustico sobre la triste realidad mexicana que nos azota y agobia todos los días, sin importar dónde nos encontremos.

La nueva ola incluyendo a su seguro servilleta, sólo deja la resaca (en todos los sentidos de la palabra). Son zapatos muy grandes para llenar.

Lo que sí es un hecho es que donde quiera que se encuentren esos grandes de nuestra literatura contemporánea harán tertulia de la que no nos enteraremos hasta que la parca se tome la molestia de llevarnos y tal vez y de pura chiripa, podamos ser parte de la misma…

Por lo pronto, y sin afán de usurparle, pero para mantener viva la tradición que nos ha dejado, hagamos la misma pregunta a los encargados de la justicia y de deshacer entuertos en Ciudad Juárez y que no han podido resolver los feminicidios en esa ciudad y preguntémosle por MDCC CLXXVIII vez al tal Montiel ¿Qué tal durmió?


"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Germán era un chilango consagrado.

La faceta que más me gustaba de él era como profesor de literatura. Como articulista algunas veces, aunque le tiraba a los políticos sin tapujos y pelos en la lengua.

Como escritor de novelas sentimentales, no me gustaba mucho.

Y como músico ¡jamás!: le encantaban los Beatles, el gran error de su vida.
Y pa'colmo ponía a cantar a quien fuera su mujer por largo tiempo: Adriana Landeros, una mezcla surrealista entre la Vitola y una cantante de opera frustrada, que hacía de las canciones un verdadero tormento de melcocha sensibloide para los escuchas.

Sin embargo como profesor de literatura y maestro conferecista era de los pocos que sabía combinar su gran sapiencia con el humor, algo poco usual. Su voz vacuna retumbaba por el espacio, monótona y apesumbrada, cuando de pronto ya estabas hechizado. Sabía mucho, y sus programas de radio y conferencias te dejaban la cosquilla de querer saber más.

¡Ah!, y otra cosa que me encantaba es que se tomaba una botella de whisky diario. RIP

CHELAMONSTER

Duke dijo...

De Germán Dehesa recordaré siempre su eterna frase que escribía todos los viernes en su columna en el periódico Reforma: Hoy nos toca...
Fue un tipazo.