
72 asesinados en la frontera norte mexicana. 72 seres humanos que jamás comprenderán porqué les dispararon hasta morir. 72 sueños que se convirtieron en pesadilla.
72 vidas truncadas por… ninguna razón válida.
Malditos sean los asesinos. Que su remordimiento sea tan espantoso, como el que causaron a los 72 asesinados, pero que dure mil años en vida, y una eternidad en la muerte.
Pero mejor aún, que los capturen y se los den a las familias de todos aquellos que han asesinado… eso sería justicia divina.
Preguntémosle por MDCC CLXXIX vez al tal Montiel ¿Qué tal durmió? (In memoriam Germán Dehesa)
"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"
1 comentario:
Al igual que tú LOS MALDIGO PARA SIEMPRE... NO SON MÁS QUE BASURA.
Me enteré por la prensa escrita que detuvieron a cuatro de los asesinos, ojalá y detengan al resto.
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