viernes, 27 de marzo de 2009

No me “jurgues” donde me duele


O lo que es lo mismo, el Ñeri Castillo no aguanta la vara.


Nuevamente un “ratoncito verde” da mucho de que hablar. En esta oportunidad el “Ñeri” (ya que su nombre de pila Nery le queda muy grande, según algunos el significado [escrito Neri, asegún la Biblia] es mi luz, sin embargo, el apodo del ñerito es “el Diablo” en su natal San Luis Potosí, México ) sacó a relucir no sólo la falta de educación cívica (que de la académica no tengo idea), sino la naquez que le corroe las entrañas o lo que es lo mismo el apodo que lo ha marcado de por vida y que contradice el significado de su nombre.

Pero tratemos de ir por partes. El ser persona pública (y todos los que lo son, lo han hecho con conocimiento de lo que les espera, o al menos eso creo), te enfrenta a que se diga de uno desde de qué se va a morir hasta los cumplidos mas empalagantes. Si uno no está dispuesto a soportar este tipo de comentarios y no darles más importancia que la requerida, pues no te metes y listo. ¿Que se va a vivir frustrado por no haber realizado un sueño? Tal vez, pero no se hacen papelones marca llorarás después.

Por otra parte, cuando “salen las verdades, se pelean las comadres” reza otro refrán. Así que cuando esa persona pública no hace lo que se espera de ella, por supuesto las críticas serán de todos los colores y sabores.

Si a lo anterior le añadimos el hecho de que cuando todo va bien el romance “va sobre hojuelas o de perlas” qué mejor que mejor, ya que la relación es de lo más dulce.

El “ser público” es enfrentar no sólo los “chismes de lavadero” sino el amarillismo de la prensa, especializada o no, sobre lo que se haga, deje de hacer, y la gama de posibilidades intermedias.

Esto aclarado, pasemos al “Ñeri”. En flamante conferencia de prensa, las preguntas que le hacían a sus compañeros de fútbol, seleccionados mexicanos, y en vista de los dos partidos eliminatorios para trata de ir al Mundial 2010 de Sudáfrica (el primero vs. Costar Rica en el estadio Azteca de la Ciudad de México, y el segundo en San Pedro Sula, Honduras, enfrentando al seleccionado nacional de ese país) el naquín Castillo no aguantó la presión y arremetió contra varios periodistas y uno que otro pseudo ídem.

Lo que hay que destacar, no es sólo las expresiones del “Ñeri”, mal pensadas y peor expresadas, sino el tic nervioso de rabia que le azotaba el lado derecho del rostro y que si el equipo técnico y jugadores “Ticos” y “Catrachos” han observado, van a explotar hasta la saciedad y por supuesto, como Rafael Márquez, otro ratoncito voluble, harán lo pertinente para que le saquen la tarjeta roja, lo manden a las regaderas, y no pueda enfrentar, días después a los hondureños, o dependiendo de la sanción, a quién corresponda en la siguiente fecha.

Son dos declaraciones del “Ñeri” que caben destacar.

La primera, que todos aquellos que no han jugado fútbol profesional no deberían ni analizar, escribir, comentar y sinónimos pertinentes, ni el juego ni a los jugadores. (Mirada estupefacta del respetable en este momento y la boca abierta como de ballena gris dándose un atracón de crustáceos).

Entonces, siguiendo el retorcido pensamiento del “ñerito Castillo, todos aquellos que escribimos, no deberíamos de escribir sobre nada que no hayamos hecho a nivel profesional, así que los políticos, policías, jueces, actores, deportistas, científicos, militares, terroristas, ladrones, narcotraficantes, banqueros, financieros, agentes de bienes y raíces, etcétera, etcétera y re contra etcétera.

La segunda, el “malinchismo” (expresión acuñada en México para expresar desprecio por todos aquellos que prefieren las cosas hechas fuera del país) del “Ñeri” al decirle a un periodista en específico que la diferencia entre ellos es que “Yo estoy en Europa, y tu estás en México y nuca saldrás de aquí” (palabras más palabras menos). Dicen que los viajes ilustran, y este “Ñeri” ha viajado un poco, pero de ilustrado, no tiene ni los zapatos que pueda usar, lo que nos lleva al otro refrán que reza “la mona aunque se vista de seda, mona se queda”.

Lo más triste del caso, es que como los políticos y muchas “personalidades” públicas, el tal “Ñeri” ha olvidado que gracias a esa prensa que criticó hasta la saciedad y despreció y desprecia, no importa que el Director de Selecciones Nacionales [Mexicanas] Néstor de la Torre haya salido en pública defensa y haya pedido una disculpa, sin decir nombres en particular, el “Ñeri” decía yo, pudo jugar en la selección, a ruegos del tal Hugo Sánchez, porque les lloró y lagrimeó, el que no lo quisieran dejar jugar y mostrar lo que sabe hacer.

Como jugador, no es malo. Un par de goles bien ejecutados y luchón, si se quiere, pero que alguien le enseñe aquello de que “calladito te ves más simpaticón”.

A ver cómo lo recibe el Azteca, si es que juega, vs. Costa Rica.

Por lo pronto, desde aquí, va sonora abucheada, así anote el gol del triunfo o no.



"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"

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