jueves, 22 de septiembre de 2011

Carta abierta


O lo que es lo mismo, te lo digo a ti puerta, pa'que me oigas tu ventana.
San José, California. Septiembre 22 del 2011

Estimados padres de familia,

Espero que este ciclo escolar esté lleno de satisfacciones académicas, para sus hijos y para ustedes.

Como padre de familia espero lo mejor en el futuro de mi hijo. Creo que todos los padres de familia esperamos lo mismo para nuestras hijas e hijos. Lo mejor.

Muchos han llegado a este país con esa esperanza, con ese sueño y anhelo: tener una vida mejor y darle a la siguiente generación familiar la oportunidad de que su futuro sea mejor que nuestro presente. En gran medida para lograr ese objetivo es necesario tener una buena educación académica.

Que pueda mi hijo, y todos aquellos que acuden a nuestras escuelas, lograr una educación superior y obtener un título universitario es parte de ese deseo para su bienestar en el futuro.

Por mi parte, debo continuar aprendiendo para tratar de ayudarle y ayudarles, a logar sus objetivos.

El mundo cambia rápidamente. La tecnología dejó de ser ciencia ficción y es una realidad y se actualiza a un ritmo que no es fácil de mantener, ni en lo económico ni en su conocimiento y dominio.

Pero no sólo es el aprender y el trabajar, convertirse tan sólo en un proveedor de bienes materiales, lo único que contribuirá y me ayudará para apoyar mi hijo.

Mi participación con la escuela y mi comunidad en general, es parte crucial en ese futuro que le espera.

Por desgracia, nuestros jóvenes, en especial los varones, según las frías estadísticas, en sus niveles académicos están muy por debajo de otros segmentos de la población.

La unidad hace la fuerza. Es algo que en los países latinoamericanos hemos dicho siempre. La unión de los padres de familia y las escuelas, hará posible que esa brecha educacional que azota a nuestra juventud y niñez se cierre. Pero sólo si construimos hoy las bases para ese futuro mejor.

Para lograr esa unión, es necesario contar con su participación. Sin la participación de los padres en la educación académica de sus hijos no hay sistema educativo que funcione.

Asistir a las juntas escolares; participar como voluntario en los salones de clase; en el patio; en la cafetería; conocer a otros padres de familia e intercambiar puntos de vista sobre la educación de los hijos; asistir e ir preparado, con las preguntas necesarias para mejorar el nivel académico de los alumnos, a las conferencias con los maestros; ser parte de las actividades escolares; aprender nuevas técnicas en la crianza de los hijos, son algunas de las actividades que a la larga serán de gran beneficio para la comunidad.

En las escuelas queremos oír su voz. Conocer sus inquietudes e ideas para mejorar la educación de sus hijos. Que comparta sus preocupaciones y sus logros.

Pero también queremos que nos permita ayudarle en su proceso de aprendizaje para una mejor comprensión de sus hijos; del sistema de educación; cómo puede usted ayudar a sus hijos con sus tareas; qué recursos están a sus disposición, entre otras cosas.

Es ahora, más que nunca, que las escuelas necesitan a los padres de familia. Al mismo tiempo, son los padres de familia los que necesitan más que nunca a las escuelas.

Ayúdenos, o mejor aún, ayudémonos a hacer del futuro de nuestros hijos, y nosotros mismos, una realidad mejor, mucho mejor que nuestro presente.

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

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