sábado, 2 de octubre de 2010

Tlatelolco 2 de ocubre ¡No se olvida!


O lo que es lo mismo, a pesar de que los asesinos siguen libres, que jamás los llevarán a juicio, en la memoria de los mexicanos perdurará por siempre, la masacre en la Plaza de las Tres Culturas.

En efecto. Jamás Luis Echevería Álvarez y sicarios serán puestos tras las rejas. Pero que sea maldito su nombre en las páginas de la verdadera historia del pueblo mexicano.

No sólo fue un asesino, fue el orquestador de la gran debacle económica, política, social que vive mi tierra natal.

Que jamás descanse en paz y que sus hijos e hijas y nietos y nietas y toda su descendencia herede la maldición de que jamás puedan dormir con la conciencia tranquila y sus manos se manchen de la sangre que el mapache de su progenitor derramó a raudales y que donde quiera que los reconozcan les pregunten, como al tal Montiel ¿es que pueden dormir bien sabiendo que descienden de un asesino en serie?

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

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