viernes, 28 de septiembre de 2012

La otra verdad.


O lo que es lo mismo la que los que gobiernan y detentan poder no quieren oír y menos decir.

En efecto. Los políticos y aquellos que detentan el poder no “quieren oír” las verdades que el pueblo les grita en cualquier forma, incluida la violencia, y sin embargo para lo único que se llenan la boca es en su parte de verdad. En otras palabras, bien podría decirse, “status quo” que no quieren perder y al cerrar los ojos al “status quo” de los que somos como bien dicen en Norteamérica en el “Occupancy Wall Street” el 99% y en México Soy132.

Pero concentrémonos en México. Se presentó el aún presidente Calderón y al parecer la parte más importante de sus discurso se tornó sobre la urgencia de saber qué hacer con el consumo de drogas, el exigir que las naciones consumidora s “si los países desarrollados que consumen toneladas y toneladas de drogas no pueden o no quieren reducir su consumo, al menos que detengan el flujo exorbitante de dinero con el que consumidores financian la muerte de miles de jóvenes”, (Gracias AP, que Dios te lo pague que yo te lo quedaré a deber, (¡ay mojo Cantinflas!).

El juez en casa empieza dicen. Así entonces habría que decir que la lucha a los carteles de la droga, pese a todo no han funcionado y lo único que se ha logrado es que como cualquier cáncer maligno se disperse y no hay aún quimioterapia para acabar con ese mal más que la legalización de ciertas drogas y penalización más drástica para las ilegales y aumentar considerablemente el salario de las fuerzas del orden llámense como se llamen, en lugar de pagar los salarios y dietas de  los 500. Así tal vez y pronto por algún tiempo cambiarían las cosas.


El “pero” es no se hace porque es negocio para todos, duela donde duela la expresión. Harina de otro costal por ahora.

Dejemos que la foto hable por sí misma.

Ese es el reto del imberbe y que desafortunadamente siento que al igual que todos sus predecesores y en especial el calvito que lo asesora, el paquete le va a quedar demasiado grande y no veremos más que duplicada la problemática, porque así como fueron insufribles sin la silla principal, así les harán la vida de imposible y el resultado seguirá siendo el mismo: el pueblo pagando todos esos despilfarros y errores y sobre todo, esos negocios por debajo de la mesa, por decirlo de una manera suave, que se les salió del huacal y tiene al país inmerso el violencia.



Así como los varones de la tribu africana Buba, todos los mexicanos, donde estemos, debemos ser parte constante no sólo de la demanda pero también de la solución de los problemas. Que esos que se autodenominan “nuestros líderes”, vean la otra verdad y actúen en consecuencia y de forma positiva y propositiva para el bien de los mexicanos y no de sólo 2 mil familias. Esta no es la época colonial y menos la Edad Feudal. Es hora de hacer conciencia y las cosas bien.



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In tlanextia, in tonatiúh (Que tu sol sea siempre brillante) "Una sola piedra puede desmoronar un edificio. Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

1 comentario:

Anónimo dijo...

en efecto. habrá que sacarlos a relucir.