Al “gobernator” le aplicaron la “terminator”

O lo que es lo mismo, mejor que renuncie si sabe lo que es la dignidad.

En efecto. Nuevamente al gobernator californiano, que es austriaco, le aplicaron el rechazo, en las urnas, a sus propuestas, por segunda vez. Así como el veta proyectos de Ley una y otra vez, bueno, así le rechazan su propuestas una y otra vez. Pero, como buen físico culturista, no entiende palabras, porque el único músculo que no le trabaja bien, al parece, es el pensante.

Lo mejor del caso, o más bien, lo más triste del caso, es que le llenó de humo de cigarro puro el seso a los republicanos californianos que lo eligieron cuando prometió, como “hombre de negocios” arreglar el presupuesto del estado, que fue su principal arma para derrocar al demócrata Gray Davis, y que luego lo reeligieron cuando pidió el voto de confianza ya que las finanzas eran un caos.

Cuatro años después, las finanzas están peor que antes. California pasó de ser la quinta economía mundial a la séptima y sigue descendiendo, no hay un presupuesto estatal, y en medida monetaria anglosajona, el déficit es de mas de 216 billones de dólares, en cristiano, es de 216 miles de millones de dólares, que escríbase como se escribiere, es un chin… y dos montones de plata.

Así que nada más válido aquí que aquello de que “más pronto cae un hablador que un cojo”, o como dicen en mi rancho, “de lengua, me como un taco”.

Lo malo del asunto es que los californianos, nacidos, naturalizados, legales o sin documentos para radicar en el estado, deben de soportar al austriaco todavía lo que resta del año 2009 y los efectos que su mal gobierno dejen a su sucesor.

Más triste aún, es que ha amenazado que regresará a “joliwud” a seguir haciendo malas películas, que el gringo promedio le aplaudirá le seguirá hinchando de billetes y el ego, que como sus músculos actuales, está la mar de desinflado.

Claro que con amistades como la que aparece con él en la foto, pues ¿qué se puede esperar?

Qué remedio. No queda más que hacer de “tripas corazón” soportar el desgobierno y el veto constante a las propuestas de Leyes que beneficien no sólo a los migrantes, con o sin documentos, sino a todos lo que radican en este estado que por mal nombre recibe el de “Dorado”… ¿o será que a todos los radicados en el no han hecho otra cosa de “dorarles la píldora”? Para pensarse.

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"