O lo que es lo mismo: siguiendo la tradición de don José Guadalupe Posadas.
Pa’l mekemburgués kikín das pena.
Se encontraba la Catrina de mañana
“la responsabilidad es tamaña
El cegar la irresponsabilidad mexicana”
“¿Cómo es posible que hayan elegido
A un maniquí que jamás ha leído?”
“El prinosaurio
con jarta artimaña
Metió a los Pinos pura alimaña”
Porque a los ilusos del 38% dieron
Sus tarjetas de despensa Soriana”
“¡Vaya con semejante aberración!”
Y la Catrina sin prisa ni desesperación
Al 38% le dio su chicharrón.
A PEMEX
La Catrina un día se paseaba
Por el callado cementerio
Donde todo se acaba
Sin importar el hemisferio.
Sollozos escuchó de pronto
Y con paso quedo y trémulo
Oreja paró con disimulo.
“!Ay mexicano ingrato”
Decía lastimera voz
“Después de tanta lucha
De hacer del pueblo el petróleo
Esta sarta de rateros se embucha
Todo el producto del oro negro
Y al pueblo no dejan ni el reintegro”.
“No te apures Tata Lázaro”
La parca respondió veloz
Alzando la tenebrosa voz
al kikín,
peloncín y demás malicia
Me traigo para que toda su codicia
Se termine en aquel panteón
Que tengo reservada pal’ político felón”.
In tlanextia, in tonatiúh (Que tu sol sea siempre brillante)
"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"
1 comentario:
Nuevamente recibe mis mas sinceras felicitaciones por
éste articulo y los fotones.
Publicar un comentario