O lo que es lo mismo, un verdadero mexicano no se raja.
En efecto. Al Attolini se le atoló la sangre. Esta es una lección del pasado de quien mantuvo sus principios.
In tlanextia, in tonatiúh (Que tu sol sea siempre brillante)
"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Escritor español"
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