viernes, 1 de julio de 2011

De reputaciones a reputaciones

O lo que es lo mismo, entre que son peras o manzanas, una acusación que puede ser verdadera por las acciones falsas acaba con la reputación de cualquiera.

En efecto. Dominique Strauss-Kahn, otrora presidente del FMI y posible candidato a la presidencia francesa, se vio envuelto en un escándalo sexual en NY; arresto domiciliario, esclava electrónica para que no asomara la cabeza a la calle, pérdida de pasaporte, líos con la mujer en las explicaciones… y ahora resulta que la mucama de la Guinea le mintió a un Gran Jurado, le han depositado desde la cárcel en USA más de cien mil dolarucos por el mismo preso, su asilo político está en entre dicho y para reducir su pago de impuestos y obtener pingues beneficios incluyó a un menor que, para colmo de males, no es suyo.
Así las cosas, a Strauss-Kahn, le han regresado poco más o menos seis millones de dólares, pero no su pasaporte, porque según el juez “no habrá precipitación en juzgar las cosas”, ¿qué tal?
Ahora bien, ni a uno ni a la otra conozco.

Así que como la mayoría, especularé un poco… porque, ¿quién en su sano juicio, va a forzar a una mucama a tener sexo oral cuando en NY se puede comprar todo tipo de placer, teniendo para pagar un cuartito de tres mil dólares la noche?
Claro que habrá que resaltar eso del sano juicio… sobre todo tratándose de un banquero y posible candidato presidencial de un país europeo…

En fin, como la mayoría de las cosas, al tiempo. Por lo pronto no me gustaría ser el abogado de la mucama, ya que no hay nada peor que el descrédito de la reputación del cliente.

Y al final, el “cuatro” puede ser tanto para el banquero, como para la mucama, en caso de que haya un cuatro…¡Ah que manera de acabar con las reputaciones!

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

1 comentario:

Duke dijo...

Muy atinada y oportuna tu publicación.