martes, 8 de noviembre de 2011

El Cain se las está viendo color de hormiga

O lo que es lo mismo, con ese apellido ¿qué se puede esperar?


En efecto. El suspirante republicano a la candidatura por su partido para contender el próximo año en las elecciones a presidente estadounidense se las está viendo del color de su piel con todo el escandalito que le han armado sobre acoso sexual cuando era presidente de la Asociación Nacional de Restaurantes en la década del 90.

Las dos primeras acusaciones fueron anónimas, pero la tercera fue hecha pública “y con pelos y señales” como se dice.

Resulta que una de las secretarias que había perdido su trabajo, se le acercó en 1997 para ver si le daba una “chambita” y según la Sharon, que es la acusadora, Cain le invitó a cenar, le cambió su habitación de hotel a una suite y cuando la estaba dejando a las puertas del hotel “después de cenar y unos tragos” le puso la manita en las piernas y comenzó un movimiento ascendente que preocupó a la solicitante y que sólo alcanzó a decir que tenía novio (sic) y que la respuesta fue “¿pues no que quieres trabajo?”. Órale.

Lo que no me quedó muy claro es de qué le ofreció trabajo y cuál sería la posición a adoptar en el mismo por parte de Hermancito.

En fin, la cosa es que ella se bajó del auto muy indignada, pasó la noche en la suite claro, y se regresó para su casa.

No estamos defendiendo al colorido republicano que hará unas declaraciones sobre el tema en narizona, digo Arizona, donde se defenderá y dará su versión de los hechos… pero lo que me llena de curiosidad es por qué Sharon no dijo nada en el 97. Digo, no era candidato a la presidencia, pero era presidente, y en teoría no importa el puesto, cuando se acosa sexualmente para otorgar un trabajo, la demanda debe de ser inmediata.

Claro que se puede argumentar el hecho del trauma emocional y psicólogico y demás… pero ¿14 años después cuando se es suspirante al puesto mayor dentro del sistema político de las democracias lanzar está acusación?

Dice el dicho “piensa mal y acertarás”. Así que he de pensar mal a ver si acierto. Como el Cain es moreno de tono subido, y el presidente actual y seguro representante de los demócratas es del mismo color, pues los demás suspirantes del GOP y sus partidarios, basados en su tradicional racismo, pues no están muy de acuerdo en que sean dos personajes de las “minorías” las que puedan contender por la presidencia gringa, lo que demostraría que la aparición de Cain en los debates republicanos es tan sólo para taparle el ojo al macho pretendiendo que todos tienen una oportunidad dentro de ese partido.

Por lo pronto, habrá que esperar a ver qué dice Cain, que le contesta Sharon y entre dimes y diretes, la economía sigue jodida, los banco no ayudan a nadie más que a si mismos y a los muy ricos y en unos días, al más puro estilo mexicano, “aquí no pasó nada y a otra cosa mariposa”.

Sus mercedes, qué opinan.

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
 Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

1 comentario:

CHELAMONSTER dijo...

Ya dice el viejo adagio que del "árbol caído se hace leña", en este caso árbol de caoba, digamos, enchapopotada.

Son los gringos, meros quákeros, felices con este tipo de situaciones.
A la hora de los trancazos todos tiran la piedra (¡el típico Magdalenazo de siempre!), sin acordarse que se trata de una nación fundada precisamente en la doble moral. Ayer fue contra los comunistas, ahora es contra el negrazo, mañana contra la independencia de las flores.

Por otro lado no hay que irse con la finta: Caín, sí, muchacho bíblico de reputación pendenciera, es al final de todo el mismísimo fundador de la raza humana, o sea: ¡así somos todos!, guste o no.

Del apellido el negrazo no la tiene fácil, pero apuesto mi reino y doscientas chelas a que menos del .0001% de los gringos "average" saben quién diablos fue Cain.

Ahora bien, Cain en hebreo significa "el que forjó su propia Lanza".....¡¡CHALE!!

La moraleja es una:
Nuestro "apurado y apurpurado congressman" sí que merece su apellido.
Sin embargo, y al final de todo, cayó de la gracia de la horda semita, la que dirige su país, la misma que está pendiente en todo medio si le sube la falda a la del servicio postal o prefiere pegar la estampilla con el pito (negro, indeed!).

La muerte de nuestro acaobado es inminente.
Sí, cometió el pecado de llegar muy alto.