miércoles, 28 de noviembre de 2012

Para el que será presidencola mexicano en diciembre

O lo que es lo mismo no se lo mandamos decir. 
El problema es que no sabe leer.
 Ni hablar del peluquín, aunque lo traiga puesto, como la mona, así se queda.


In tlanextia, in tonatiúh (Que tu sol sea siempre brillante) "Una sola piedra puede desmoronar un edificio. Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

hasta el cuello



In tlanextia, in tonatiúh (Que tu sol sea siempre brillante) "Una sola piedra puede desmoronar un edificio. Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

domingo, 11 de noviembre de 2012

dicen que la imagen dice más de mil palabras

¿Será capaz de entenderlas Pena Nieto?



In tlanextia, in tonatiúh (Que tu sol sea siempre brillante) "Una sola piedra puede desmoronar un edificio. Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

Y se acerca diciembre y a los de joliud hay que dejarles saber que


In tlanextia, in tonatiúh (Que tu sol sea siempre brillante) "Una sola piedra puede desmoronar un edificio. Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

Verdades de nuestro tiempo





In tlanextia, in tonatiúh (Que tu sol sea siempre brillante) "Una sola piedra puede desmoronar un edificio. Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

Relección.

O lo que es lo mismo, como Obama, vamos por cuatro años más.

En efecto. Hace cuatro años, apenas, comenzamos a menear el shish. Mucho ha pasado desde entonces y lo que falta por venir.

Pero vayamos a lo que hace al caso. La historia se repite. El candidato demócrata ha sido relecto para ser el que se siente tras el escritorio en la Oficina Oval por cuatro años más.

Elección la mar de dividida. El mapa de Estados Unidos pintado la mitad de  azul, la otra de rojo, ha resultado ser tan apretada en un principio como hace cuatro años, pero que en el transcurrir de las horas, el voto ciudadano y después el voto electoral, que es el que define la carrera presidencial, se inclinó del lado azul de la balanza.

Romney perdió por múltiples razones. Ya su equipo dará mil y una al respecto. Él mismo tendrá esa cantidad o más y uno puede aportar o coincidir con ellos en la totalidad. Perdió y se hará a un lado. Si puede regresará a su escaño, pero los desaguisados del 47% y la violación es proyecto divino, creo que lo seguirán por el resto de sus días. Al igual, tal vez, quienes le invirtieron en su campaña millones de dólares. Fiel a su principio capitalista, en EE UU quien invierte más dinero, gana la elección, o las más de las veces.

Paradoja de la vida. Hagamos a Peña Nieto candidato republicano y a Romeny candidato priísta.

Para Pena (así con toda intención) Nieto, con todo y Salinas,  sin importar el candidato opositor o los millones que invirtieran en la campaña, saldría perdedor en forma vergonzosa con sus declaraciones y errores de propaganda, su imagen en rollos de papel higiénico, propaganda igual a la que usó el expresidente Díaz Ordaz de nefasta memoria, durante su candidatura, harían que incluso los  republicanos conservadores le rechazaran.
Romeny, como bien lo dijo, “si fuera mexicano ganaría esta elección sin problemas”.  Sí, hubiera ganado y con menos de la mitad del dinero que invirtió para ganar las preliminares, no hablemos de las cantidades para la presidencia. Las argucias y métodos republicanos son tan priístas que a pesar de la popularidad de AMLO, el voto popular hubiera sido mayor al 38% que eligió a Pena (así de propósito).

Pero Chana no es Juana ni Juana es Chana.

Así que al norte del río Bravo, Romney junto a todo lo que lo acompaña y representa tratarán de encontrar los por qué. Él se hará a un lado, se eclipsará. Sus amigos del “Facebook” según reportes, le abandonan a razón de 800 por día, reflejo de su país (¿nada más?), donde nadie quiere estar con el perdedor. Su partido por el contrario seguirá haciendo lo mismo desde hace cuatro años, complicar las cosas para el ejecutivo norteamericano, pero no habrá personaje mesiánico que represente un partido o movimiento como piedra en el zapato. Eso es lo que no sucede en México y lo que habría que aprender.

Por su parte, Pena, además del rechazo, carencia de credibilidad, pedantería familiar,  tendrá que lidiar con lo que suceda a partir de diciembre con el juicio a quienes están detenidos por las narco camionetas de telerrisa. Seguir la línea que le marque su asesor Salinas. Si los cárteles regresan al cauce anterior a los gobiernos panistas, se confirmará quienes los patrocinaban. Si persisten, es porque el río se ha salido de madre. Volverá el viejo estilo de gobernar priísta: circo, algo de pan, telerrisa, mismas mentiras. El resultado de su gobierno será lo que fue durante 50 o más años, unos cuantos serán más ricos, la gran mayoría será más pobre. Sí, Pena hará lo que sus antecesores, la pregunta es si los mexicanos lo permitirán una vez más.  Al tiempo.



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