viernes, 8 de julio de 2011

Y no lo digo yo... sino los que saben



O lo que es lo mismo, estamos de acuerdo, no todos los tiempos pasados son mejores.

A continuación, copio íntegro, un correo electrónico que me llegó desde México sobre el suspirante presidencial priísta Enrique Peña Nieto, actual gobernador del Estado de México, escrito por la politóloga Denisse Dresser...

Dejo a sus merecedes los comentarios finales, pero sobre todo, la idea de que el voto debe ser inteligente, y no al estilo gringo cuando reeligieron al tal W. o al "terminator".










PEÑA NIETO "EL GOLDEN BOY DEL ESTADO DE MÉXICO"
Por Denisse Dresser.


El copete acicalado. La sonrisa diamantina. La novia famosa. El Gobierno dadivoso. La publicidad omnipresente. La pantalla alquilada. La alianza del guapo y los corruptos. Los componentes centrales del modelo de competencia política que el PRI construye y con el cual logra ganar. Los ingredientes fundamentales de la estrategia que el PRI despliega y con la cual logra arrasar.

Una ecuación cuidada, perfectamente planeada: cara bonita + dinero + televisoras + publicidad + PRI dinosáurico = triunfo electoral. Una fórmula concebida en el Estado de México y ahora instrumentada exitosamente a nivel nacional. Una fórmula patentada por los artífices de la "experiencia probada", en busca de algo que puedan vender como "nueva actitud". El modelo bombón. El modelo "Golden Boy". El modelo Peña Nieto.

Con resultados a la vista y confirmados en esta elección. Distrito tras Distrito, Presidencia municipal tras Presidencia municipal, Diputación tras Diputación, Estado tras Estado. Corredores azules que se vuelven tricolores; bastiones panistas que pasan a manos priistas; territorios del PRD que dejan de serlo. Guadalajara y Zapopan y Cuernavaca y Toluca y Ecatepec y Tlalnepantla y Atizapán y Naucalpan. Tan sólo en el Estado de México, el triunfo en 40 de 45 distritos electorales.

El PRI, beneficiario del voto de castigo por una economía que se contrae más del 7 por ciento.

El PRI, beneficiario de la inseguridad que la popularidad presidencial no logra remediar. El PRI, beneficiario de un PRD que se devora a sí mismo y un PAN que se traiciona a sí mismo. Pero más importante aún, el PRI beneficiario de la mejor inversión que ha hecho en tiempos recientes: la campaña publicitaria permanente que lleva a miles de mujeres a exclamar -en mítines de campaña- "Peña Nieto bombón, te quiero en mi colchón".

El "Astro Boy de Atlacomulco", una criatura concebida por la dinastía política más importante del País que ahora busca dominarlo de nuevo. El político Potemkin, producto de un entramado de intereses políticos y empresariales que combina la modernidad mediática para llegar al poder, con los viejos métodos para ejercerlo.

El mexiquense metrosexual construido con carretadas de dinero: por lo menos 3 mil 500 millones de pesos en cuatro años de autopromoción mediática descritos por Jenaro Villamil en su nuevo libro "Si yo fuera presidente: el reality show de Peña Nieto". El posible candidato presidencial, seleccionado, asesorado y adiestrado por personajes como Arturo Montiel y Alfredo del Mazo y Carlos Salinas de Gortari y ejecutivos de Televisa y muchas manos más que peinan el copete. Venden el producto. Posicionan la marca.

Enrique Peña Nieto, emulando a diario la estrategia salinista basada en la inauguración de grandes obras y el cumplimiento de pequeños compromisos. promocionando a diario la lista de libramientos construidos, tractores regalados, apoyos económicos entregados.

Ejemplo de lo que Octavio Paz llamó el "Ogro Filantrópico"; ese Estado que no construye ciudadanos, sino perpetúa clientelas. Millones de mexicanos educados para vivir con la mano extendida, parados en la cola, esperando la próxima dádiva del próximo político. Como los 9 mil que se aprestaron a celebrar el cumpleaños de Mario Marín hace unos días y los 200 que hicieron cola para abrazarlo. Como aquellos para quienes la corrupción se vale cuando es compartida. Como aquellos que volvieron a votar por el PRI en el Estado de México, a pesar de las marrullerías de Arturo Montiel y las marometas llevadas a cabo por su sucesor para encubrirlo.

Enrique Peña Nieto, actor de un espectáculo continuo, perfectamente producido, escenificado y actuado en la pantalla más grande del País. El candidato de "El Canal de las Estrellas" que hasta novia le consiguió. El candidato que las televisoras hacen suyo y se encargan de edificar. Con promoción política disfrazada de infomercial; con paquetes publicitarios que incluyen la compra de entrevistas en los principales noticieros; con la cobertura de un romance que recibe más atención que la guerra contra el narcotráfico; con el silencio televisivo que se guarda sobre el caso de Atenco o los feminicidios en el Estado de México o cualquier tema controvertido que podría evidenciar las fauces del joven dinosaurio.

Hay un Plan de Trabajo que Televisa ha puesto en marcha y cuyas instrucciones Peña Nieto sigue al pie de la letra: te doy la pantalla desde la cual propulsarte y me das una Presidencia a la medida de mis intereses. Un trueque permanente de favores, dinero, gestión política a cambio de impunidad y promoción mediática.

Como advierte Julio Scherer García, la fórmula Peña Nieto es sencilla: comprar el tiempo en la televisión, corromper y corromper, mentir y mentir, aprender que a los aprendices se les puede y debe aprovechar. Todo para apoyar al joven muñeco, atractivo por su presencia física, a costa de la inteligencia y la pulcritud moral. Todo para que el poder regrese a las manos de la mafia. Todo para que el PRI vuelva a Los Pinos.



"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"


viernes, 1 de julio de 2011

De reputaciones a reputaciones

O lo que es lo mismo, entre que son peras o manzanas, una acusación que puede ser verdadera por las acciones falsas acaba con la reputación de cualquiera.

En efecto. Dominique Strauss-Kahn, otrora presidente del FMI y posible candidato a la presidencia francesa, se vio envuelto en un escándalo sexual en NY; arresto domiciliario, esclava electrónica para que no asomara la cabeza a la calle, pérdida de pasaporte, líos con la mujer en las explicaciones… y ahora resulta que la mucama de la Guinea le mintió a un Gran Jurado, le han depositado desde la cárcel en USA más de cien mil dolarucos por el mismo preso, su asilo político está en entre dicho y para reducir su pago de impuestos y obtener pingues beneficios incluyó a un menor que, para colmo de males, no es suyo.
Así las cosas, a Strauss-Kahn, le han regresado poco más o menos seis millones de dólares, pero no su pasaporte, porque según el juez “no habrá precipitación en juzgar las cosas”, ¿qué tal?
Ahora bien, ni a uno ni a la otra conozco.

Así que como la mayoría, especularé un poco… porque, ¿quién en su sano juicio, va a forzar a una mucama a tener sexo oral cuando en NY se puede comprar todo tipo de placer, teniendo para pagar un cuartito de tres mil dólares la noche?
Claro que habrá que resaltar eso del sano juicio… sobre todo tratándose de un banquero y posible candidato presidencial de un país europeo…

En fin, como la mayoría de las cosas, al tiempo. Por lo pronto no me gustaría ser el abogado de la mucama, ya que no hay nada peor que el descrédito de la reputación del cliente.

Y al final, el “cuatro” puede ser tanto para el banquero, como para la mucama, en caso de que haya un cuatro…¡Ah que manera de acabar con las reputaciones!

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"

¡A por él! Y a cómo de lugar

O lo que es lo mismo a Muammar al-Muhammad Gaddafi se le están acabando las salidas.

En efecto. Al dictador libio se le están cerrando todas las puertas y parece que está dando sus “patadas de ahogado” lo cuál lo hacen más peligroso aún.

Ahora, la Corte Penal Internacional ha decretado su captura por crímenes de lesa humanidad, junto a uno de sus hijos y su cuñado, que es el jefe de inteligencia militar, al reprimir violentamente las manifestaciones en su contra del pueblo libio, o al menos de gran parte del mismo.

Por supuesto, Gaddafi no se va a entrar así como así y ha amenazado a Europa con una serie de ataques si no lo dejan en paz. Y de eso sabe un rato, que ni duda cabe.

Aquí lo que es para destacar no es la culpabilidad del dictador libio, sino la tristeza de los revolucionarios que se hacen con el poder dónde y en la época que sea. Se eternizan, no crecen con los tiempos y el resultado es el mismo… ese pueblo que les apoyó y adoró en su momento, es quien los despoja de todo y ellos, no se dan cuenta nunca a tiempo de que es hora de abandonar ese poder que los ha echado a perder (¡ay mojo fruta pasada!) y que en el ocaso de sus mandatos se tornan más extremistas de lo que lo fueron en su juventud.

Tal vez deberíamos de recordar más seguido aquel refrán que dice que “no es posible que ni el mal ni el bien sean para siempre” y como decía la canción “amar a tiempo y retirarse a tiempo”.

Desafortunadamente, a los dictadores ya no les entra el refrán, más que con sangre, y normalmente, es la sangre de los pueblos la que paga su salida, y nadie sabrá qué será lo que les depara el nuevo régimen.

"Una sola piedra puede desmoronar un edificio.
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) Escritor español"